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El potencial de la inteligencia artificial en el sector sanitario

La Inteligencia Artificial (IA) ha sido identificada a nivel mundial como una de estas tecnologías con mayor proyección e impacto en todas las áreas de actividad. La IA actúa como un catalizador de la investigación y la innovación, haciendo de la generación, almacenamiento y procesado masivo de datos (Big Data) un sector económico en sí mismo.  En este nuevo escenario digital, el desarrollo de la IA se ha convertido en una de las primeras prioridades tecnológicas tanto para la Unión Europea como para España, como así lo recoge la Estrategia Nacional en Inteligencia Artificial.

Este fenómeno está teniendo ya un fuerte impacto transformador en múltiples sectores de actividad, como las industrias creativas y culturales, turismo, banca, seguros, a los que se suman sectores altamente sensibles y estratégicos como la educación, la seguridad y muy especialmente en sanidad

En este sector, la IA se refiere al conjunto de tecnologías que permiten ampliar las capacidades humanas mediante el uso de máquinas inteligentes que perciben, comprenden, actúan y aprenden a realizar tareas administrativas y clínicas. Estas tecnologías abarcan el procesamiento de lenguaje natural, agentes inteligentes, visión artificial, aprendizaje automático, sistemas expertos, software de análisis de datos, herramientas de diagnóstico basadas en datos, chatbots o reconocimiento de voz.

Pero la IA se perfila, sobre todo, como una herramienta capaz de aprender y analizar con rapidez enormes cantidades de información de los historiales de pacientes, de las pruebas de imagen y de los avances científicos para ayudar a los médicos a ofrecer mejores diagnósticos y tratamientos. Este tipo de aplicaciones liberará a los profesionales de realizar algunas tareas monótonas, como el análisis de imágenes médicas pero también supondrá un antes y un después en el mejor entendimiento del desarrollo del cerebro, la mejora del diagnóstico de pacientes con demencia o el diagnóstico en personas con enfermedades cardiovasculares.

En definitiva, un nuevo paradigma para cuyo impulso requerirá de una aproximación interdisciplinar centrada en las personas y que incorpore las distintas perspectivas de múltiples ramas de la ciencia, como las ingenierías, matemáticas, física, biología, neurociencia o sociología.

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