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Terapias no farmacológicas en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas

El envejecimiento progresivo de la población ha originado un incremento de las enfermedades neurodegenerativas asociadas a la edad, entre las que destacan aquellas que cursan demencia, caracterizadas por un deterioro progresivo de las funciones cognitivas que interfiere significativamente con la independencia funcional de una persona

Dos de las patologías más prevalente en la actualidad, como el Alzheimer y el Parkinson, son debidas a la pérdida progresiva y degeneración de células nerviosas y se producen, con mayor frecuencia, en personas mayores de 65 años, pues están asociadas al proceso de envejecimiento.

Según el Informe Mundial del Alzheimer del año 2020 realizado por la Asociación Internacional del Alzheimer (ADI), se pronostica que aproximadamente 152 millones de personas vivirán con demencia en 2050, y ya es la quinta causa principal de muerte en todo el mundo; sin embargo, la mayoría de los países todavía tienen un largo camino por recorrer en términos de hacer que el entorno construido sea accesible para quienes viven con la enfermedad.

El tratamiento farmacológico de este tipo de demencias, ha mostrado resultados positivos en su capacidad para mejorar la cognición y la funcionalidad, aunque no ha logrado frenar la progresión de la enfermedad. 

En este escenario existe un interés creciente en el uso de terapias no farmacológicas como tratamiento complementario para conservar la independencia funcional, mejorar la cognición y la calidad de vida tanto de las personas con demencia como para sus cuidadores. 

El tratamiento no farmacológico en este tipo de enfermedades se refiere a distintos tipos de intervenciones llevadas a cabo por profesionales (psicólogos, neuropsicólogos, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas…) y que arrojan resultados muy positivos. Las investigaciones han demostrado que este tipo de terapias, combinadas con el tratamiento farmacológico, pueden ser tan efectivas, o incluso más en algunos casos, que el uso de fármacos por si solos para el tratamiento de algunos de los principales síntomas, mejorando la calidad de vida de las personas con demencia y sus cuidadores.

Entre este tipo de técnicas encontramos la psicoestimulación, la estimulación cognitiva, la reminiscencia, la musicoterapia y arteterapia, la orientación en la realidad, la estimulación sensorial, la terapia con animales, el ejercicio físico o la psicomotricidad, entre otras. Con el avance de las nuevas tecnologías, y particularmente en el uso de sistemas de MHealth, IoT, gamificación o machine learning, se presentan nuevas posibilidades que facilitarán una mejor atención y seguimiento a este tipo de usuarios.

Es en este contexto donde nuestro proyecto AVECEN pone el foco, ofreciendo un asistente virtual que facilita la vigilancia y autogestión del estado de salud de los pacientes, pensado como un sistema de monitorización y evaluación constante a través de la ejecución de rutinas clínicas, que generan recomendaciones adaptadas al estado del paciente, y en la evaluación de su comportamiento frecuente o habitual en cada momento, permitiendo entender su evolución a lo largo del tiempo y valorar en qué medida tiene lugar un empeoramiento del estado de salud. Con ello pretendemos mejorar la adherencia de los pacientes a las rutinas clínicas, al tratamiento prescrito y, en general, a las buenas prácticas de gestión de enfermedades neurodegenerativas, especialmente, a las actividades físicas, a los hábitos de vida saludable, y a las evaluaciones psicológicas y cognitivas sobre su estado de salud.

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